El Gobierno aprueba el Anteproyecto de Ley Orgánica del Poder Judicial (4-4-2014). Entre las medidas aprobadas destacan:
– Las macrocausas que se siguen en la Audiencia Nacional serán instruidas por 3 jueces en lugar de por uno solo, lo que supone la reorganización de este Tribunal. Una sala de instrucción formada por secciones de 3 magistrados sustituirá a los actuales juzgados de instrucción. Otra llevará los juicios y una Sala Superior los recursos. Esta reforma se pondrá en marcha cuando se apruebe la futura Ley de Planta y Demarcación Judicial. La instrucción será también colegiada en otros Tribunales (Tribunales Superiores de Justicia y Tribunales Provinciales) en casos de especial trascendencia y cuando lo decida una Sala de Garantías.
– Se pondrán en marcha los Tribunales Provinciales de Instancia.
– La Reina y los Príncipes serán aforados ante el Tribunal Supremo en caso de procesamiento.
– Se restringe el aforamiento a los cargos que establece la Constitución y los Estatutos de Autonomía.
– Jueces y Asociaciones Judiciales no podrán hacer valoraciones en los medios sobre resoluciones dictadas en asuntos que se tramitan en los Tribunales, sin perjuicio de los comentarios doctrinales en publicaciones o foros especializados.
– Se pretende fortalecer la especialización judicial que redunde en una mayor profesionalización.
– Se pretende incrementar la seguridad jurídica mediante el carácter vinculante de la jurisprudencia del TS, que la establecerá cada tres meses en función de su relevancia y será publicada en el BOE.
Algunos jueces de la Audiencia Nacional critican que al tener que tomar las decisiones de la instrucción entre 3 jueces las causas se ralentizarán y que la Sala de lo Penal actualmente puede revisar las decisiones del juez de instrucción de forma colegiada, por lo que la medida no incrementa la eficacia y agilidad en los procesos.
También se critica que la prohibición de valorar las resoluciones judiciales puede conculcar la libertad de expresión; que hay demasiados aforados y que se conceden demasiados indultos, por lo que habría que reformar la ley del indulto y restablecer la necesitad de su motivación, así como reducir el número de aforados.
Ver el anteproyecto en Información complementaria.