Francisco Rubio Llorente es considerado el mejor constitucionalista español de la segunda mitad del siglo XX.
El sábado 23 de enero de 2016 falleció en Madrid, a los 85 años, Francisco Rubio Llorente, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense, Secretario General del Congreso entre 1977 y 1979, magistrado constitucional entre 1980 y 1992, Vicepresidente del Tribunal Constitucional durante el mandato de Francisco Tomás y Valiente, y presidente del Consejo de Estado entre 2005 y 2012. La mayor parte de sus magníficos trabajos sobre Derecho Constitucional y Teoría de la Constitución pueden consultarse en La forma del poder (Centro de Estudios Constitucionales, 1993). Es, sin duda, la obra que permite conocer de manera más completa el pensamiento de Rubio Llorente.
Un pensamiento libre, excelente, coherente y comprometido con la defensa del Derecho y de los derechos. Por encima de cualquier otra consideración, habría que reconocer a Rubio Llorente su inestimable contribución a la formación de la llamada cultura jurídica del 78. Una cultura en la que la forma del poder preserva la libertad, los derechos fundamentales. El poder es simple forma. Un poder “que mantiene abierto para todos la posibilidad de ocuparlo y que no predetermina en absoluto el contenido de las decisiones, sí el límite absoluto de las decisiones posibles”, en palabras del mismo Rubio Llorente. Descanse en paz don Francisco.
Gracias, don Francisco.
Asociación Derecho y Democracia, 25-1-2016.
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Insertamos abajo en Información complementaria algunos artículos sobre la figura de Rubio Llorente y que recogen algunas de sus opiniones sobre la reforma constitucional y otros temas de actualidad.
Muñoz Molina cuenta los almuerzos mensuales (La tertulia), que presidía Rubio Llorente, al que describe como gran intelectual, humanista y sabio. Tenía la certeza de que hay que reformar la Constitución de 1978, en cuyos preparativos tuvo una participación decisiva como Secretario General del Congreso.
Soledad Gallego lo considera el octavo padre de la Constitución y recuerda cómo Rubio Llorente llamaba «vieja política» a la pretensión de darse nuevas Constituciones en lugar de reformar las existentes. Francisco Rubio veía necesario combatir los nacionalismos.
Joaquín Estefanía lo considera, junto a Javier Pradera, uno de los referentes intelectuales y morales para nuestro país.
En febrero de 2015 Rubio Llorente habló de la urgencia de una reforma constitucional asimétrica, pues «España es una nación de naciones en la que hay identidades distintas», de ahí que fuera contrario a la uniformidad en que ha derivado el Estado de las autonomías.
En el artículo «El legado constitucional», Fernando Garea recoge las opiniones de Rubio Llorente sobre los aciertos de la Constitución y sobre algunas deficiencias del sistema que es necesario corregir. Según Rubio Llorente el «café para todos» no está en la Constitución, fue fruto de un acuerdo entre los dos grandes partidos.