Votan en mayor medida a favor de opciones independentistas las personas de rentas medias altas y altas y origen familiar catalán, mientras que votan en menor medida a dichas opciones las personas de rentas bajas o medias bajas y origen fuera de Cataluña (ellos o sus padres). El origen es el factor con más peso. Ver el estudio de Kiko Llaneras. 20-2-2021.
La abstención ha sido la más alta desde 1980; las causas principales: la pandemia y la fatiga del electorado. Ha participado un 53,6 % del electorado frente a un 79,1 % que lo hizo en 2017. La pandemia, sobre todo, y el cansancio del electorado ante el bloqueo político que vive Cataluña, entre los principales factores que han influido en la bajísima participación. La abstención ha sido algo mayor entre los no independentistas, sobre todo en el área metropolitana de Barcelona.
Cristian Segura escribe (El País, 20-2-21) «La última derrota de Artur Mas», donde dice que Duran Lleida escribió en sus memorias que en Artur Mas hay una “evidente falta de consistencia política”. A él le achaca la principal responsabilidad de la desaparición de CiU y sobre todo del conflicto político, judicial y social en el que desembocó la carrera unilateral por la independencia de Cataluña. Lo cierto es que en las decisiones estratégicamente más importantes de su trayectoria, Mas ha salido perdiendo. El último caso es el PDeCAT, el partido que impulsó para sustituir en 2016 a una Convergència ahogada por la corrupción: el futuro de la nueva formación pende de un hilo al quedarse sin representación parlamentaria en las elecciones autonómicas del 14 de febrero. El artículo recuerda cómo en 2003 tras ganar las elecciones no pudo formar gobierno con ERC, el retroceso en escaños (de 62 a 50) en las elecciones que anticipó en 2012 pensando en reforzar su alternativa, el fiasco de las de 2015, que planteó como un plebiscito que perdió, y fue obligado por la CUP a abandonar dando paso a Puigdemont, y la carrera que emprendió hacia la independencia en 18 meses, en la que no creía. 20-2-21. Un perdedor que queda muy por debajo de Pujol, en el poder 23 años..
Jaume Reixach (El Triangle) analiza los resultados en su artículo «PSC y ERC están obligados a entenderse». Aboga por un pacto PSC-ERC, con apoyo de los Comunes, y por el diálogo y la negociación, para salir de la situación que vive Cataluña. Dice que las elecciones revelan la muerte política del pujolismo y de Artur Mas (el PDeCat no consigue escaño), la derrota de Borrás/Puigdemont (queda 3º), la extinción de Ciudadanos y la irrupción de Vox, que prevé que se deshinchará. 15-2-21.
La subida de los extremos (Vox y Cup) indica una mayor polarización política, a la vez que es un efecto de la abstención pues sus electorados estaban muy movilizados. No obstante, PP y Ciudadanos tienen que revisar su política hacia Cataluña y no precisamente para radicalizarla. El éxito de la apuesta por el diálogo desde una posición firme (representada por Illa) ha sido respaldada por una parte importante del electorado, que ha visto que Illa se ha alejado de las ambigüedades de Iceta.
Lluís Bassets escribe «El pico de la polarización» (El País, 15-2-21), donde dice que no se votan programas sino identidades que se han convertido en ideologías incompatibles, pero cree que esta punta de polarización bajará y que ERC tiene en ello un papel importante si es capaz de liderar el cambio hacia una política de más dialogo.
Enric Juliana analiza en La Vanguardia los resultados en su artículo «Sánchez noquea a Casado«. Dice que la estrategia que ha seguido Casado en el último año apostando por la caída del gobierno por la crisis económica y su debilidad parlamentaria solo ha servido para fortalecer a Vox. La estrepitosa caída de Ciudadanos resta margen de maniobra a Sánchez, pero la candidatura de Illa ha sido un acierto pues ha conseguido lo que no consiguió Maragall, ganar en votos y empatar en escaños. 15-2-2021.
Y en «San Pancraç, efectivamente» escribe que ERC ahora dispone de dos posibles mayorías lo que supone ocho años después el fracaso de la estrategia de Artur Mas de 2012 de aislar al PSC e impedir la posibilidad de un nuevo Tripartito como el que le mantuvo en la oposición de 2003 a 2010. El PSC ha vuelto, los Comunes se mantienen, y esto ERC no puede ignorarlo. Con su propuesta de pasar página, el PSC ha ganado votos respecto al 2017, pese a una abstención escalofriante en los barrios más pobres del área metropolitana. El independentismo ha perdido 600.000 votos. Hay fatiga. 17-2-21.
En «El bolero de Ravel» resalta que el independentismo ha perdido más de 600.000 votos y que Quim Torra, que pasará a la historia, dice, ha propiciado, junto con Puigdemont la ruptura del espacio postconvergente en tres partidos y, con ello, la derrota de Junts por ERC.
15, 16 y 17-2-21.
Teniendo en cuenta ese dato de participación los votos obtenidos por el bloque independentista sobre el censo electoral son un 27,2 %, mientras que los obtenidos por los no independentistas son un 25,2 %. De ahí que algunos analistas relativicen que el independentismo haya llegado al 50,8 % de los votos emitidos (incluidos los votos al PDeCat, que no ha conseguido escaño), pues es un dato poco significativo visto el nivel de abstención. Desde finales de los 90 estos partidos se sitúan entre el 47 % y el 50 % de los votos.
En 2017 con una participación muy alta votó a partidos independentistas el 38 % de los electores y a no independentistas el 40 %.
La división del electorado en dos bloques es muy rígida desde hace años y en estas elecciones apenas ha sufrido cambios. Pero dentro de cada bloque sí se han producido cambios. Los postconvergentes de Junts vienen cayendo desde 2012 (inicio del procès) mientras ERC sube desde entonces alcanzando ahora una leve hegemonía en este bloque. En 2012 entró en el parlament la CUP. En el bloque no independentista los cambios más importantes son la fuerte subida del PSC (sus resultados son mejores que los que consiguió Maragall, pero esta vez no habrá Tripartito con ERC y los Comunes), la debacle de Ciudadanos (algunos se preguntan si este partido sobrevivirá a este desastre electoral o será absorbido por el PP) y la entrada de Vox en el parlament cuadruplicando los escaños del PP. Otro dato a tener en cuenta es que los partidarios de la independencia dentro de ERC han decrecido (del 86 al 62 %, el resto se apunta a más autonomía o a un estado federal), a diferencia de Junts en que se mantienen en un 86 %.
Un objetivo de Aragonés es ampliar la base del gobierno incluyendo a los Comunes, pero estos ya han dicho que no estarán en un gobierno con Junts. 16-2-2021.
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ERC opta por formar un gobierno con Junts y la Cup (74 escaños) para mantener la presión por sus objetivos prioritarios: amnistía y autodeterminación. El PP y Ciudadanos quedan muy tocados por los malos resultados en las elecciones. El PP es el octavo y último partido en el parlament, mientras que C’s ha perdido 30 de 36 escaños y surgen voces que piden responsabilidades a la dirección. La irrupción de Vox añadirá más polarización a la política catalana, pese a la apuesta por el diálogo de Illa. El independentismo puede impedir que Illa se presente a la investidura. Oriol Junqueras radicaliza su discurso y dice que el PSC representa los valores de una Monarquía corrupta y decadente. El independentismo ha superado por primera vez el 50 % de los votos (50,8 %) y ha pasado de 70 a 74 escaños, lo que indica que la alta abstención ha perjudicado más a los partidos constitucionalistas. 16-2-2021.
Como habían previsto las encuestas se ha producido casi un triple empate en escaños, pero en votos se ha impuesto Salvador Illa (PSC), que obtiene 33 escaños, sobre ERC (2º en votos, pero empata en escaños con el PSC) y Junts (3º en votos y 32 escaños). Espectacular caída de Ciudadanos (6 escaños) y la irrupción de Vox (11 escaños), que supera a PP y Ciudadanos. Se mantiene EnComúPodem (8 escaños) y retrocede el PP (3 escaños). Sube la CUP (9 escaños). El PDeCat no obtiene representación. La apuesta por Illa se ha revelado como un acierto pues ha terminado con la peor etapa del PSC al duplicar los escaños que obtuvo en 2017. El mapa político está aún más fragmentado al aparecer un partido más (Vox), ya son 8 en el parlament, la abstención ha sido muy alta y la formación de gobierno seguramente está en manos de ERC, que ha conseguido por poco su objetivo de ser el partido hegemónico en el independentismo desplazando de esa posición a Junts, que, no obstante, sigue fuerte. Ahora se verá si ERC es capaz de darle un giro a la política catalana o bien seguiremos con la política frentista de estos últimos años, nula en gestión de los problemas y centrada en el sueño de la independencia. Illa se presentará a la investidura, no parece que lo dejen los independentistas, pero tiene muy difícil sumar una mayoría en el parlament, aunque existiría con ERC y ECPodem. ERC ha centrado sus objetivos en la amnistía y la autodeterminación, objetivos en los que coincide con Junts, los Comunes y la Cup (todos ellos suman 82 escaños), aunque Junts y la Cup son partidarios de avanzar hacia la independencia mediante la confrontación con el Estado y ERC ha apostado por la negociación tras los acontecimientos de 2017. ERC podría gobernar en minoría con el apoyo de los Comunes y la abstención de PSC y Junts, pero es previsible que Junts quiera entrar en el govern, mientras que los Comunes no estarán en un gobierno con Junts (centro derecha). La otra fórmula sería reeditar un gobierno ERC-Junts, condicionado desde fuera por los apoyos de la CUP (los tres suman 74). La mayoría absoluta está en 68 escaños. 15-2-2021.
Los independentistas mantienen la política frentista al pactar que no llegarán a ningún acuerdo para formar gobierno con el PSC. El documento, suscrito por todos los partidos de ese sector, ha sido una iniciativa de Catalans per la Independència, un grupo, fundado en diciembre, de exdirigentes del ala más dura de la ANC. 11-2-2021.
Illa por su parte ha dicho que no apoyará a ningún gobierno independentista.
Pablo Casado, afectado por la irrupción de Bárcenas en plena campaña electoral de Cataluña y por los malos resultados que le dan las encuestas, se desmarca ahora de la actuación de Rajoy ante el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y provoca la indignación del equipo de Rajoy. Dice Casado que las cargas policiales se tenían que haber evitado. Miembros de la cúpula del PP de entonces y del gobierno de Rajoy dicen que Casado, que pertenecía a la dirección del partido como su portavoz, no manifestó entonces ninguna discrepancia ni interna ni externa con la actuación del gobierno. Sáez de Santamaría decía que no habría urnas ni votación, y así lo defendió Rajoy, pero algunos ministros manifestaron sus dudas al respecto en el gabinete, en el que no estaba Casado. 11-2-2021.
Las encuestas, a una semana de las elecciones, reflejan un triple empate de PSC, ERC y JUNTS, una caída de Ciudadanos y la irrupción de VOX en el parlament, que recibiría votos que en 2017 fueron a C’s y PP. También se observa una mayor abstención que entonces debido a la pandemia y que hay muchos indecisos, sobre todo entre los que votaron a C’s y PP. Los votantes de Junts son los más movilizados y fieles. El PDeCat -en el que está Artur Mas, que se distanció de Puigdemont-, no recibiría muchos votos de Junts y es una incógnita si sacará algún escaño. En Comú Podem bajaría algo en favor de ERC y PSC, que subirían. El escenario, si se confirman estas previsiones, parece no muy diferente al de 2017, aunque ocupando el PSC el lugar que ese año ocupó C’s, o casi. ERC ve incompatible a su partido con el PSC actual. «La gente del PSC con la que se podía llegar a acuerdos ya está en ERC», ha dicho Pere Aragonés. 8-2-21.
Las declaraciones de Bárcenas sobre la financiación ilegal del PP (aportaciones de empresas al partido a cambio de adjudicación de contratos, llevar una caja b o contabilidad paralela donde se ingresaban esas aportaciones, y pago de sobresueldos a los dirigentes del partido, haber sufrido el robo de documentos en el caso Kitchen, etc.), que apuntan a Rajoy y la cúpula del PP en su época (Cospedal, Arenas, etc.), trastocan la campaña electoral del PP y se especula si Vox superará al PP en Cataluña. 7-2-2021.
Será necesario sumar los escaños de dos o tres partidos para poder gobernar, pero en la campaña se mantienen múltiples vetos cruzados (independentistas del procès frente a constitucionalistas del 155, izquierda frente a derecha en el caso de estos últimos) que dificultarán la formación de gobierno y podrían mantener la política de bloques de los últimos años. Cataluña necesita entrar en una nueva etapa dando paso a la transversalidad y ocuparse prioritariamente de la lucha contra la pandemia y la recuperación de la economía, pero la fragmentación del voto y la política de frentes auguran más de lo mismo, al menos por lo que vemos en la campaña. El electorado tiene la palabra. El partido que obtenga más votos y escaños tendrá que buscar los apoyos necesarios, pero la posición que adopte ERC, que espera ser el partido ganador, será decisiva, como lo viene siendo en el parlamento español; puede volver a pactar con Junts y la CUP y repetir la experiencia de estos últimos tres años estériles, o hacerlo con PSC y los Comunes a cambio del apoyo mutuo en Madrid. ERC aceptaría el apoyo externo o la abstención del PSC, pero no un gobierno en el que estuviera este partido. Veremos. 3-2-2021.
Una buena noticia: aumenta el voto por correo. Las recientes elecciones presidenciales de Portugal registraron una abstención superior al 60 %, de ahí que los partidos catalanes hagan llamamientos a la participación y al voto por correo para evitar que se de algo similar en estas elecciones. Una alta abstención podría modificar notablemente las previsiones de los sondeos que dan casi un triple empate a ERC, PSC y Junts, por este orden, con importante caída para Ciudadanos e irrupción de VOX en el parlament. En estas elecciones tradicionalmente el voto de centro izquierda no nacionalista no se ha movilizado tanto como en las generales. En las de 2017 el voto independentista se movilizó mucho más que el no independentista. Si esto se confirma, y además aumenta la abstención entre los mayores (esta no se produjo en las recientes elecciones gallegas y vascas de julio, aunque la evolución de la pandemia era mejor que ahora, pero sí bajó la participación en general), las expectativas de Illa de ganar las elecciones se podrían ver frustradas, de ahí que sea el más interesado en movilizar a su electorado potencial. ERC, que aspira a la hegemonía en el campo independentista, rechaza un nuevo tripartito como el de 2003-2010, con lo que, en caso de ser el partido más votado, se inclina por liderar y reeditar la coalición con Junts, con apoyo de la CUP, para seguir presionando a favor de un referéndum de autodeterminación pactado con el Estado. Junts en cambio sigue con la idea de avanzar unilateralmente hacia la independencia si el independentismo suma más del 50 % de los votos. Al mismo tiempo ERC presiona para que se ponga en marcha ya la mesa de diálogo político con el gobierno de Madrid para hacer visible que su apuesta por el diálogo sigue teniendo posibilidades. El resultado es incierto sobre quién ganará (en votos y escaños) y tendrá la posibilidad de formar un gobierno que cuente con mayoría en el parlament. Después de tres años de parálisis en la gestión (la valoración de la gestión del govern es muy negativa) y sin avances en la resolución de la crisis constitucional, Illa aspira a un cambio de escenario que requeriría no solo que fuera el partido ganador por amplio margen sino que pudiera formar gobierno, algo nada fácil como se vio en 2017 con Arrimadas como ganadora. No hay que olvidar que el sistema de asignación de escaños ha favorecido siempre al nacionalismo.
Los presos del procès participan en la campaña al concedérseles el tercer grado y piden amnistía y autodeterminación. 2-2-2021.
Enrique Gil Calvo escribe «Waterloo», donde dice que «Comienza la campaña catalana en las peores condiciones posibles. La victoria de Illa es improbable porque sólo la pronostica un CIS que ya perdió toda su credibilidad, aunque ojalá me equivoque. Solo queda por tanto el duelo entre las dos almas del separatismo, la trumpista del prófugo en Waterloo y la indecisa del inquilino de Lledoners. ¿Cuál vencerá? Aunque mejor sería preguntarse, ¿quién perderá? Mi intuición me dice que el fugado. Y lo intuyo así por la misma razón que impedirá a Trump volver a ganar la presidencia en 2024: porque se ha evaporado su carisma tras convertirse en un patético perdedor.» Recuerda que «Weber sostuvo que el carisma de un líder no se debe a sus cualidades sino a la fe de sus seguidores, como demuestra el caso de Trump. Pero también señaló que, por ciega que sea esa fe, el carisma se esfuma con las derrotas; y puso el ejemplo de Napoleón, que a pesar de creerlo invencible, los franceses dejaron de creer en él tras su doble derrota: primero la de Leipzig y luego la de Waterloo. 2-2-21.
Sandra León escribe el artículo «Viejos conocidos«, en el que analiza la posible influencia de la edad, la identidad y la pandemia en los comicios. 2-2-21.
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Una gran incertidumbre pesa sobre las elecciones cuando está a punto de iniciarse la campaña electoral. La Generalitat se ve obligada a poner en marcha todos los preparativos para el 14 de febrero, fecha de las elecciones que sigue en vigor por ahora, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña suspendiera cautelar y provisionalmente el aplazamiento a mayo de las elecciones, contra el que se han presentado varios recursos, y diera audiencia a la Generalitat para que justificara la medida, no prevista en la ley electoral. Tras formular sus alegaciones la Generalitat, el TSJC confirma la suspensión del aplazamiento. La suspensión no prejuzga el fondo del asunto, sobre el que se pronunciará el Tribunal unos días antes del 14 F. 19-1-2021.
Pere Aragonès, president en funciones, que asegura que el suyo será un gobierno independentista, dice que aplazarlas es la mejor manera de evitar que se cuestione la legitimidad de las elecciones. En ERC hay malestar por el mantenimiento de la fecha del 14 F pues teme que peligre su prevista victoria ante las buenas perspectivas del PSC, y el PSOE teme que un mal resultado de ERC dificulte el diálogo con este partido y la estabilidad del Gobierno, cuando aún no ha aprobado los indultos y ERC ya les pone fecha (antes del verano). 24-1-21.
Los partidos catalanes, salvo el PSC, han pactado celebrar las elecciones el 30 de mayo. En plena tercera ola y con los datos empeorando parecía en principio razonable un aplazamiento pues las aglomeraciones en los Colegios Electorales aumentarían el riesgo de contagios, pero los partidos se han acusado de actuar con criterios de conveniencia electoral y dejar a criterio del govern la fecha alternativa. El PSC proponía un aplazamiento de cinco semanas, hasta marzo. Galicia y Euskadi las aplazaron también en 2020, pero nadie recurrió. No obstante, la Generalitat debería haber previsto que se pudiera votar con seguridad, manteniendo las distancias, evitando aglomeraciones en los colegios electorales, y potenciar el voto por correo. Nada de esto ha hecho demostrando una gran imprevisión. Ahora se plantea aprobar un nuevo decreto con la fecha de mayo, pero es discutible que un presidente en funciones pueda hacerlo. 15-1-2021.
Probable aplazamiento de las elecciones catalanas por la pandemia. 14-1-21.
Illa, ministro de Sanidad, será el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat. Sánchez apuesta por mejorar los resultados del PSC en Cataluña ante la buena valoración que tiene el ministro en las encuestas. La oposición critica que abandone el ministerio cuando se inicia la tercera ola de la pandemia. Illa dice que seguirá en el cargo hasta la convocatoria electoral. 31-12-2020.
Lorena Roldán, dirigente de Ciudadanos, abandona el partido y se pasa al PP al haber sido desplazada por Arrimadas, que nombró candidato a Carrizosa pese a que Roldán ganó las primarias, al discrepar de la negociación de los presupuestos con el Psoe, y ante los malos resultados que las encuestas dan a Ciudadanos. 31-12-20.