Presentación del Gobierno Provisional de la Segunda República en el Congreso de los Diputados el 14 de julio de 1931. en la imagen, de izquierda a derecha, Martínez Barrio, Manuel Azaña, Fernando de los Ríos, Alejandro Lerroux y Niceto Alcalá Zamora. (Fotografía: Archivo histórico ALFONSO)
En una época como la actual en que la política se ha vulgarizado y parecen haber muerto las ideas, el período republicano nos remonta a un tiempo en que la sociedad constituía un escenario en el que se enfrentaban distintas concepciones de la vida del Estado. La Segunda República española fue ciertamente trágica, porque, como se ha dicho, terminó mal. Representa la historia de un fracaso, el de la recuperación del tren de la modernidad y del progreso que nuestro país empezó a perder desde los inicios del siglo XIX. Sin embargo, los personajes que se enfrentaron, desde la izquierda y la derecha, en el corto período que se desarrolla de 1931 a 1936, no fueron en absoluto vulgares: Azaña, Martínez Barrio, Julián Besteiro, Julián Zugazagoitia, Ortega y Gasset, Juan Negrín, Dolores Ibarruri, Margarita Nelken, Gil Robles, Giménez Fernández … La relación podría ser interminable. Todos ellos merecen un enorme respeto y, de una manera u otra, simbolizan el esfuerzo de nuestro país por conseguir una sociedad libre, precisamente lo que el franquismo impidió realizar a lo largo de cerca de cuarenta años.
ADD llama al estudio de los “Diarios de sesiones” de las Cortes republicanas, un instrumento de singular valor para conocer la política de la época. A lo largo de los próximos meses, incluso, si es necesario, años, publicaremos en nuestra página cuantas aportaciones de interés nos remitan interesados y especialistas sobre la política en la Segunda República. Desde las sesiones «constituyentes», las discusiones sobre el Estatuto de Cataluña, la revolución de octubre de 1934, el triunfo del Frente Popular en 1936, etc., todo tiene un interés tal que merece la atención de nuestra Asociación. Como hemos dicho en tantas ocasiones, es el momento de estudiar, y de hacerlo con pasión para conocer mejor de dónde venimos.
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