La Mesa de diálogo Gobierno-Generalitat

«Sin prisa, sin pausa, sin plazos», escribe Jordi Amat, que reconoce que el clima en Cataluña es mejor que hace un año, como dice Sánchez, y que se empieza a construir la confianza entre las partes a través del cumplimiento de acuerdos como los indultos. Una vez puesta en marcha la mesa de negociación no será fácil interrumpirla, dice Amat. 16-9-21. 

Amat escribe también «Más dura será la caída. En el artículo dice que va siendo hora de explorar una vía de normalización mesurada y productiva y se refiere a los reveses que la justicia española está sufriendo hasta ahora en otros países europeos. 26-9-2021.

Puigdemont manipula los motivos de la no participación de Junts en la mesa de diálogo y dice que no están en ella porque no los aceptan. La realidad es que Junts no ha querido nombrar Consellers para una mesa que es entre gobiernos, no entre partidos, como una forma de boicotearla. 26-9-21.

Los rivales del mismo bloque político son peores que los adversarios del bloque de enfrente, buscan sustituir al que negocia con posiciones posibilistas, haciéndolo fracasar con su maximalismo y sus objetivos imposibles. A esto se refiere Daniel Innerarity en su artículo «La mesa de la rivalidad». La hostilidad hacia los contrarios no es nada comparada con lo que se detestan los parecidos. Negociar en ese contexto de rivalidad exige un nuevo tipo de liderazgos. Quienes están a favor de las soluciones en ­cada bloque deben resistir el hostigamiento de los rivales propios, conseguir avances significativos a través de transacciones y ser capaces de comunicarlos. A los negociadores posibilistas les resultará más fácil entenderse entre sí que con sus rivales respectivos. Sugiero que se protejan mutuamente y se pregunten, ante cada paso o cada declaración, si de este modo ayudan o entorpecen al otro en su singular batalla contra los rivales, la más enconada de todas las batallas, dice Innerarity. 25-9-21.

¿Cuál es la alternativa al diálogo», escribe Ignacio Escolar. Dice que los resultados de la estrategia de la confrontación que persiguen otros ya los hemos visto y que aunque sea difícil llegar a acuerdos hay que intentarlo. 16-9-21.

Sánchez ve importante que la crisis de Cataluña se encauce a través de la mesa de diálogo como instrumento para alcanzar acuerdos sin prisa, sin pausa y sin plazos, ha dicho, después de constatar que las diferencias son muy importantes y que hará falta tiempo para llegar a acuerdos. Será una labor de años. Lo importante no es el tiempo, sino llegar a buen puerto. Sánchez ha entregado a Aragonés, en una reunión previa con él, un documento como agenda del reencuentro actualizada, como el que entregó a Quim Torra hace año y medio, con 44 puntos que abordan la superación de la pandemia, la recuperación económica y aprovechar los fondos europeos para modernizar la economía. Para el gobierno el procés va quedando atrás con el inicio del diálogo (Bolaños ha dicho que el proceso soberanista ya está terminando). 15-9-21.

Carles Casajuana escribe «Sánchez y la mesa de diálogo». En el artículo dice que Sánchez tiene una oportunidad para llegar a un acuerdo en la mesa de diálogo, que luego se sometería a referéndum. El autor apunta por dónde podría ir ese acuerdo. 13-9-21.

La mesa empieza su andadura el miércoles 15 de septiembre sin la participación de Junts, al no aceptar esta formación que su delegación esté formada solo por consellers. Ha propuesto para la mesa a algunos de sus dirigentes indultados que no son consellers (Jordi Sánchez y Jordi Turull), pero Aragonés no lo ha aceptado, ya que el diálogo es entre gobiernos, ha dicho. La estrategia de Junts difiere de la de ERC, que ha apostado por la vía del diálogo con el gobierno central, mientras que Junts cree que hay que seguir con la confrontación y que el diálogo sin confrontación no sirve para nada. Por ello, ha planteado ahora este problema exhibiendo la división existente en el independentismo y buscando debilitar el papel de la mesa y a Aragonés, que ha exigido lealtad y respeto al president por parte de sus socios de gobierno. PP, Vox y Ciudadanos, de un lado, y la CUP y Junts, de otro, están en contra de la mesa de negociación. 15-9-2021.

El objetivo de alcanzar acuerdos en la mesa con un amplio respaldo está lejos, a la vista de las posiciones de las fuerzas políticas.

Jordi Amat escribe «Deslealtad con el president». Dice que «En la estrategia partidista de sabotear la mesa de diálogo confluyen quienes no necesitan una salida transaccionada a la crisis catalana. En Barcelona y en Madrid. La novedad de ayer es que para conseguirlo Junts exhibió su disposición a vaciar de autoridad al president de la Generalitat, en un acto de deslealtad intolerable. La reacción de Pere Aragonès exigiendo que Junts vaya a la mesa con consellers, fue rápida y correcta, además de reveladora. » Amat ve a la Generalitat «atrapada en sus propias contradicciones» y debilitada.

León Gross escribe «Sánchez y esta España de Españas», artículo en el que dice que ‘Sentarse en una mesa a escenificar un diálogo con Cataluña es mejor que casi cualquier otra cosa que haya sucedido en los últimos diez años. Desde luego es mejor que escenificar un referéndum ilegal para la desconexión del Estado, o interiorizar una revolución ficticia con barricadas bajo la etiqueta mítica de los CDR… «De momento, a la espera del twist ending (giro final), no parece que la vía actual lleve a nada. Pero siempre será mejor nada que el procés

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