La moción de censura debatida los días 21 y 22 de marzo de 2023 solo ha obtenido el apoyo de 53 diputados, muy lejos de los 176 necesarios para tener éxito. La mayoría absoluta de la Cámara, con 201 votos en contra, la ha rechazado con el voto en contra de PSOE, Unidas Podemos y los apoyos parlamentarios habituales del Gobierno, mientras que 91 diputados (89 del PP y los dos tránsfugas de UPN) se han abstenido. 22-2-2023.
Gascón escribe «La moción, la impostura y los viejos», y dice que «La estrafalaria moción de censura de Vox ha perjudicado a sus promotores». «Un instrumento de control parlamentario no debería ser una pataleta ni una inconexa conferencia de casino de pueblo: dicen que la situación es urgente y nos hacen perder el tiempo». 23-3-23.
Sánchez-Cuenca comenta el texto del discurso de Tamames en su artículo «Autocracia absorbente», expresión que aplica Tamames para criticar las medidas contra la separación de poderes que Sánchez habría aplicado con la reforma del Código Penal y en relación con el Tribunal Constitucional y el CGPJ, pero omitiendo cuestionar al PP cuando modificó el Código Penal o cuando mantiene bloqueada la renovación del Consejo. 21-3-2023.
Hay coincidencia general en que se ha utilizado indebidamente el mecanismo constitucional de la moción de censura. El artículo 177.1 del Reglamento del Congreso de los Diputados establece que «El debate (de la moción) se iniciará por la defensa de la moción de censura que, sin limitación de tiempo, efectúe uno de los Diputados firmantes de la misma. A continuación y también sin limitación de tiempo, podrá intervenir el candidato propuesto en la moción para la Presidencia del
Gobierno, a efectos de exponer el programa político del Gobierno que pretende formar». Tamames ha criticado la labor del gobierno en muchos aspectos, pero no ha presentado un programa político de gobierno alternativo».
¿Para qué se ha presentado entonces? Para intentar erosionar al gobierno (que ha salido de la moción más cohesionado y ha podido publicitar, una vez más, las medidas que ha adoptado, frente a las que adoptó el PP cuando gobernó, a la vez que promociona la figura de Yolanda Díaz). Y para dejar en evidencia al PP por su supuesta tibieza como oposición al gobierno. La abstención del PP no es tibieza sino simplemente mostrar que no va a rebufo de Vox, y que cuenta con este partido para completar una posible mayoría. La moción ha puesto de nuevo en evidencia las enormes carencias de Vox y su falta de alternativas. 22-3-23.
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz se turnan para contestar a Tamames y ponen en evidencia el giro hacia posiciones conservadoras que ha experimentado el economista Tamames (aunque hay que reconocerle el tono mesurado de su discurso) y le han reprochado que no haya presentado un programa de gobierno alternativo, que es la función de una moción de censura.
Tamames ha criticado la subida del salario mínimo y el gasto social, por ejemplo. Sánchez y Yolanda Díaz han defendido las políticas sociales del gobierno, la creación de empleo, los acuerdos salariales, etc., frente al modelo de salida de la crisis del PP, que casi congeló las pensiones, aumentó el paro y redujo los salarios al debilitar la negociación colectiva.
El contexto de una crisis y otra son muy distintos, y ha cambiado la actitud de la U.E., lo que ha beneficiado a este gobierno. En aquella ocasión de Gran Recesión (2008-2014) la U.E. y otras instituciones internacionales nos obligaron a aplicar fuertes recortes en el gasto público y una devaluación de los salarios (el «austericidio»), mientras que ahora (2020-2023) la U.E. ha facilitado cuantiosos fondos para que la crisis de la pandemia y la de la guerra de Rusia-Ucrania, con sus secuelas de inflación y aumento del gasto público, no se lleve por delante el crecimiento económico y el estado del bienestar.
Tamames, cansado al final de la primera sesión, se ha quejado de la duración de las intervenciones, ha renunciado a intervenir de nuevo y ha criticado, con razón, que Sánchez no le ha contestado a temas como la reforma de la sedición y la malversación, la reforma de la ley electoral o las cesiones a los independentistas y a Marruecos (en este caso y en otros, como el envío de armas a Ucrania, sin consultar a la Cámara). El candidato Tamames, queriendo mantener cierta equidistancia, ha asumido la interpretación de la guerra civil del franquismo: que «comenzó con la revolución de Asturias de 1934», ha dicho, tras reconocer que esta revuelta fue duramente reprimida y sofocada. Y ha criticado la Memoria histórica y democrática en nombre del consenso de la Transición. Es cierto que la guerra no fue un enfrentamiento entre los buenos y los malos. Fue un enfrentamiento entre la República democrática y el sector fascista del ejército. Es cierto que en los dos bandos hubo atrocidades (en uno más que en otro), que la Transición quiso superar el odio entre españoles y propiciar la reconciliación, pero quedaba la asignatura pendiente de la reparación y reconocimiento a las víctimas del franquismo, asesinadas muchas de ellas después de la guerra y enterradas de cualquier forma, y eso es lo que ha pretendido la Memoria histórica. Es cierto que la revolución de Asturias o la proclamación de Companys del Estado catalán fueron ataques a la República ajenos a los cauces democráticos, pero la guerra civil tuvo su origen en el golpe de Estado militar de Franco en 1936. Se ha querido justificar como una reacción frente al caos de la República, exagerándolo, pero lo cierto es que se buscó instaurar un nuevo régimen dictatorial que suprimió las libertades y los avances que la República propició, además de perseguir con saña a los que la apoyaron. 21-3-2023.
Ramón Tamames ha lamentado durante la segunda sesión que la moción se haya parecido más a un mitin que a un debate, pero ha negado que haya sido ocioso. “No hemos perdido el tiempo”. Y ha valorado con satisfacción el seguimiento que ha tenido por parte de los medios de comunicación.
Cuca Gamarra (PP) ha dicho que “Estamos ante el regalo a una victoria parlamentaria a Sánchez”. La secretaria general del PP se ha detenido incluso en mostrar respeto y “afecto personal” al candidato, Ramón Tamames, con quien la formación encuentra “elementos comunes en su relato”. 22-3-23.
ABC dice que «Plantear una moción de censura de imposible éxito es algo que sólo podía beneficiar a Pedro Sánchez. Esta herramienta parlamentaria no está concebida ni para propiciar debates ni como recurso de oposición. Más allá del poco respeto que demuestra por las instituciones esta convocatoria, ayer quedó confirmado que la estrategia acabaría por ser contraproducente. Más allá de la razonable exposición de Tamames que, por lo demás, ya era conocida debido a otra torpeza que posibilitó su filtración, la moción de censura sirvió para que el presidente Sánchez pudiera tomar la palabra durante 173 minutos para rentabilizar su respuesta a un inexistente proyecto de gobierno alternativo«.
El Mundo dice que «La moción sólo sirve al Gobierno y a la degradación institucional». Si Vox quería erosionar al Ejecutivo, lo que ha logrado es impulsar las opciones electorales del PSOE y de Yolanda Díaz. La primera sesión de la moción de censura celebrada este martes en el Congreso de los Diputados confirmó lo esperado: su utilidad para la coalición de Gobierno como elemento de cohesión y como pistoletazo de salida para las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, y el nocivo efecto de degradación institucional que lleva aparejado el uso de la Cámara que representa a todos los españoles como escenario para una iniciativa excéntrica e ineficaz. Si Vox quería emplear un instrumento constitucional como la moción de censura para erosionar al Gobierno e impulsar sus opciones electorales, lo único que ha logrado por ahora es alimentar tanto las del PSOE como las del vago proyecto de Yolanda Díaz, que protagonizó desde la tribuna su puesta de largo». Ramón Tamames, conocido por sus polémicas posiciones sobre cuestiones tan nucleares para Vox como el concepto de nación española, no fue capaz de hilvanar un discurso y unas réplicas a la altura del papel que tenía encomendado. Los intereses cortoplacistas y la política del espectáculo han guiado a Abascal en una moción que lo deja debilitado como líder, y en la que Feijóo, más allá de la indefinición de algunos aspectos de su proyecto político que Vox azuza, se ha ausentado con acierto».
El País dice que «El objetivo que encomienda a las mociones de censura la Constitución quedó ayer abiertamente vulnerado: ni hubo programa constructivo por parte del candidato a la presidencia…, ni hubo tampoco debate efectivo sobre las presuntas propuestas. Su discurso se pareció más a una conferencia de un antiguo catedrático en un momento estelar que a una propuesta armada de Gobierno alternativo. La instrumentalización política de una medida constitucional por parte de Vox contribuyó a devaluar a un Parlamento obligado a dedicar su tiempo a una moción sin ninguna posibilidad de prosperar, pero además desentendida del futuro de España y de la realidad internacional. Con «Una moción de censura instrumental y pírrica», «El Gobierno sale fortalecido del debate ante la inconsistencia argumental de Vox y del candidato a la presidencia». 22-3-2023.
Zarzalejos en El Confidencial pedía a Vox la retirada de la moción el 16-3-23: «Evitar la catástrofe y retirar a Tamames. Vox, con esta iniciativa, ha dejado de ser un partido medianamente serio. Es improvisador, visceral, descoordinado, adolescente, radical e incompetente. Si le queda sensatez, hoy debería anunciar la retirada de la moción».
Jordi Juan titula su artículo en La Vanguardia «El tiro en el pie de Vox» y dice que «La moción, a la espera de la jornada de hoy, solo sirvió para que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz aprovecharan la sesión para hacer su primer gran mitin electoral y mostraran su sintonía como ticket de izquierdas frente a la alternativa de la derecha. Ante la ausencia de Alberto Núñez Feijóo…«. «La pregunta que vale la pena hacerse es qué buscaba Vox con la moción. La sensación desde hace días es que el partido (Vox) se ha disparado un tiro en el pie». 22-3-23.
Ignacio Escolar en elDiario.es hace un repaso de «Las mentiras de Tamames y Abascal en la moción de censura». «Un repaso a las falacias, inexactitudes y datos falsos que ha desplegado la extrema derecha en la moción de censura»:
- «Un dato importante que Abascal prefiere no recordar: Vox votó a favor de ese mismo decreto (del estado de alarma) que después recurrió ante el TC. E incluso criticó al Gobierno por no haberlo puesto en marcha antes.
- “Los Gobiernos anteriores y este han estado dominados por la sobrerrepresentación electoral del separatismo. La ley electoral del 77 anterior a la democracia permite esa sobrerrepresentación, con lo cual los Gobiernos nacionales en minoría necesitan apoyos a cambio de concesiones de todo tipo”. Falso. Los partidos más sobrerrepresentados en el Congreso de los Diputados no son los independentistas. Son y han sido siempre los dos grandes partidos más votados –el PSOE y el PP–, que, con el reparto provincial, siempre consiguen más escaños de los que tendrían si el sistema fuera estrictamente proporcional y con circunscripción única.
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Tamames: “Su Gobierno, señor Sánchez, no respeta la división de poderes. Montesquieu es un visitante molesto porque están ustedes haciendo muchas cosas y lo hemos visto con el Consejo del Poder Judicial, etcétera, en contra de esa división de poderes, haciéndose con el control del poder de la Justicia desde el Poder Ejecutivo”. Falso. Quien está saltándose la división de poderes para hacerse ilegítimamente con el control de la Justicia es la derecha, que lleva más de cuatro años incumpliendo la Constitución y bloqueando la renovación de este Consejo General del Poder Judicial que Tamames nombra.
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Ramón Tamames: “La tasa de paro, 12,87%, dobla la media de la UE. Y otro tanto sucede con el paro juvenil por debajo de 25 años, que se sitúan en el 32%. Doble que la Unión Europea.
Tamames oculta que estos datos, que son tradicionalmente malos en España, han mejorado sensiblemente con la llegada del actual Gobierno. En los últimos tres años se han creado más de un millón de puestos de trabajo, y el número de cotizantes de la Seguridad Social está en máximos históricos.
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Ramón Tamames: “Si se van de España es porque tenemos un tratamiento muy obsoleto de los grupos industriales en nuestro país. Y esto se está viendo ahora en el caso de Ferrovial”.
Falso. Ferrovial –la empresa de Rafael de Pino– mudó hace años su patrimonial familiar a Holanda porque este país europeo bonifica enormemente los impuestos por el pago de dividendos. Y si ahora se marcha allí del todo es para rebajar un poco más esos impuestos, aprovechándose del dumping fiscal de Holanda.
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Ramón Tamames: “La memoria histórica ha significado un paso atrás y la memoria democrática todavía más. Se alienta la división de la sociedad en dos mitades: enterramientos o no enterramientos, monumentos o no monumentos. Insisto, dejemos la historia a los historiadores, porque es la única forma racional de resolver un problema, de no volver precisamente a los encontronazos”.
La ley de memoria democrática no va de los muertos ni de monumentos ni de enterramientos. Va de los vivos. De los hijos y nietos que aún no tienen una tumba donde honrar a sus ancestros porque en muchos casos siguen en cunetas y, en otros, en ese Valle de los Caídos que hasta hace muy poco era un mausoleo en honor a quien los asesinó.
Poder recuperar los restos de tu padre, o de tu abuelo, no es algo que divida a la sociedad, sino que debería servir para el reencuentro, para la superación de las heridas. Solo desde la más absoluta falta de empatía se puede negar ese derecho. Es muy triste que alguien con el pasado de Tamames asuma como propio un discurso tan reaccionario.
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Tamames dice que se siente a gusto en la moción de censura presentada por 52 diputados de Vox «porque coincidimos en lo esencial, políticamente», a pesar de que hay algunas diferencias, como es normal, dice.
A Tamames, como a otros, le parece que Sánchez ha cedido demasiado a los independentistas catalanes y vascos, fundamentalmente, y que mantiene un gobierno de coalición con múltiples contradicciones internas (ha utilizado la expresión «gobierno frankestein»), algo en lo que puede conectar con votantes del PP, pero también de otros partidos.
Es un efecto buscado por Vox para dejar patente que solo ellos combaten realmente al gobierno, pero que no están solos cualquiera que sea el resultado de la votación, y que su discurso sintoniza con otros sectores de la sociedad, cuyos votos busca. Con ello Vox también pretende blanquear sus orígenes ultraderechistas.
Tamames no ignora que el Estado de las autonomías, la igualdad de géneros, la inmigración y la respuesta social a la crisis económica son también cuestiones fundamentales, en las que el discurso de Vox es antagónico con el Estado social y democrático de derecho diseñado en la Constitución, pues ha votado contra todas las medidas adoptadas por el gobierno en esas materias, especialmente las que tienen que ver con la igualdad y con la violencia machista. Más que insistir en el ego de Tamames como hacen muchos analistas hay que valorar si su participación en la moción de censura no supone un apoyo explícito a Vox, algo que no casa con su trayectoria, en la que ha defendido el federalismo, la negociación con ETA y el ecologismo. 18-3-2023.
Tamames no ha cambiado, “mantiene la coherencia con su egolatría y sus intereses personales”, «y la misma vanidad enfermiza», dice el veterano socialista Juan Barranco, desalojado de la alcaldía de Madrid al unir el prestigioso economista su voto al de los concejales de UCD. Así traicionó Tamames a IU, con la que había llegado al Ayuntamiento, y abrió la puerta a la derecha.
Esther Palomera lo comenta en su artículo «¿Habrá cobrado Tamames?» en el que recuerda los 100 mil euros por folio que pidió a unos sindicalistas por asesorarles en su convenio colectivo en la época de la clandestinidad. Era «un comunista de tarifas desorbitadas. Salimos de allí corriendo y espantados”, recuerda el exalcalde.
«Hacia 1977 Tamames escribió una novela bajo el título ‘Historia de Elio’, un texto mitad autobiográfico mitad ficción que presentó al premio Planeta y en el que ya fabulaba con que las masas populares le iban a buscar a su casa y le llevaban en volandas a La Moncloa. La misma obsesión le persigue 45 años después», añade Palomera.
Militante y dirigente del PCE en la dictadura y la Transición, se pasó años después al CDS y propició con su voto que el centro derecha se hiciera con la alcaldía de Madrid en una moción de censura. Después, evolucionó sin dilación hacia posiciones de la derecha en economía, aunque ya sólo en el escenario de las tertulias más conservadoras. Tampoco es una gran sorpresa que haya sido elegido por Vox, escribe Sáenz de Ugarte en este artículo. 17-3-2023.
Eldiario.es ha publicado el último borrador conocido de su discurso en el que Tamames dice que España se asemeja a una «autocracia absorbente», cuestiona los pactos del gobierno con los separatistas, defiende el régimen del 78 (la Monarquía y las autonomías) y propugna un cambio de la ley electoral para que los nacionalistas e independentistas no tengan tanto peso en la gobernabilidad, además de pedir un adelanto de las elecciones generales al 28 de mayo. Tamames no ha ocultado las diferencias que mantiene con VOX, pero ha dicho que en lo esencial coinciden. 17-3-23.