El Simposio ‘España contra Cataluña’ (12-14 de diciembre de 2013)

El Simposio «España contra Cataluña (1714-2014)», celebrado a finales de 2013, pretendió apoyar el proceso secesionista ya en marcha con ponencias de historiadores, sociólogos, economistas, juristas, etc., que coincidieron en el propósito de intentar demostrar que Cataluña es desde hace 300 años (1714-2014) víctima de la opresión y la represión de España. La exclusión del mismo de los historiadores y expertos de otras disciplinas que tienen otra visión menos simplista y maniquea es buena prueba de lo sesgado de la iniciativa. Los artículos que siguen tratan del Simposio y algunos de ellos critican la falta de rigor y los prejuicios que inspiraron el planteamiento del mismo, que fue organizado por el Centro de Historia Contemporánea de Cataluña, dependiente del Departamento de Presidencia.

Insertamos en nuestra Web esta entrada para comprender mejor cómo se ha construido un relato para justificar el proceso secesionista (2012-2017) a partir de una determinada visión de España y de su relación con Cataluña. Como dice Julián Casanova no existe un hilo conductor entre la situación actual de Cataluña y épocas como la de Felipe V o la de Franco. Intentar extrapolar el pasado al presente es una muestra de poco rigor histórico. Asimilar la democracia actual de España al absolutismo y al franquismo es una pura falsificación de la realidad. 23-4-2018.

La Generalitat de Cataluña ha editado las Actas del Simposio en 2015. El libro puede adquirirse en distintas editoriales con el título de «VAREM MIRAR BEN AL LLUNY DEL DESERT (ACTES DEL SIMPOSI: ESPANYA CONTRA CATALUNYA: UNA MIRADA HISTORICA (1714-2014))». VV.AA.

Vamos a incluir en esta Web Comentarios a las ponencias del Simposio, más allá de las opiniones sobre el mismo que se insertan a continuación.

Se anunciaba el Simposio con la justificación que se contiene en estas líneas:

Amb motiu de la commemoració del tres-cents aniversari de la caiguda de la ciutat de Barcelona en mans de les tropes de Felip V, el Centre d’Història Contemporània de Catalunya
del Departament de la Presidència i la Societat Catalana d’Estudis Històrics, filial de l’Institut d’Estudis Catalans, varen convocar el simposi «Espanya contra Catalunya: una mirada
històrica (1714-2014)». L’objec-tiu va ser analitzar amb criteris històrics, des del segle xvm fins als nostres dies, les conseqüències que ha tingut per al país i la seva gent l’acció política,
sovint de caire repressiu, de l’Estat espanyol en relació a Catalunya. L’anàlisi va tenir un caràcter transversal des del punt de vista temàtic, cronològic i disciplinari, amb participació
d’historiadors, economistes, juristes, sociòlegs i lingüistes. Els diversos ponente varen analitzar les condicions d’opressió nacional que ha patit el poble català al llarg d’aquests
segles, les quals han impedit el ple desenvolupament polític, social, cultural i econòmic de Catalunya. Durant tres dies, 12,13 i 14 de desembre de 2013, el simposi incidí en els efectes de la
repressió institucional, militar i administrativa al llarg dels segles xvm, xix, xx i xxi, i destacó la influència de tres-cents anys d’espanyolisme a Catalunya. Subratllà l’acció de l’Església
catòlica, la persecució de la llengua i la cultura catalanes, a més de la falsificació de la història, la censura sobre els mitjans de comunicació i l’espanyolització de l’educació.
L’actuació sobre el dret, els exilis que han configurat la nostra història i les referències al País Valencià i les Illes Balears varen ser també desenvolupades en les sessions.

Valentín Puig escribe el artículo «Irrealidad secesionista y Cortes de Cádiz», en el que dice que la historiografía nacionalista supedita el rigor a la noción de una Cataluña irredenta, en la cual el que la realidad sea muy distinta poco importa. 15-12-2013. En su artículo «De 1714 a 1914» Puig comenta que 1714 abrió la economía catalana y generó prosperidad. 30-12-2013.

En «Historiadores y expertos critican el maniqueísmo de un congreso envenenado»,  de J. A. Montañés, diversos especialistas del máximo nivel critican a priori el planteamiento del Simposio. 11-12-2013.

El prestigioso hispanista John H. Elliott calificó directamente el planteamiento del congreso de “disparate”, «sin rigor alguno». Por su parte, Álvarez Junco, catedrático de Historia de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, afirmó tras leer la circular que el esquema previo no tiene nada que ver con un simposio histórico o debate científico porque ya se dan por predeterminadas las conclusiones.

Álvarez Junco escribe días después del Simposio el artículo «Los malos usos de la Historia», en el que explica que dentro de sus limitaciones la Historia aspira a un status de ciencia social, un tipo de conocimiento que no admite la arbitrariedad, el ocultamiento o el falseamiento de fuentes. Y esto es lo malo: que muy buena parte de la Historia que se escribe cae en este tipo de deformación porque tiene una finalidad política: es decir, que se usa como argumento al servicio de una causa; normalmente, para justificar la existencia de la organización política en la que habitamos (o la de otra organización alternativa que pretendemos crear). Si queremos hacer de la Historia algo que se parezca a una ciencia, no pongamos nuestro trabajo al servicio de un proyecto político, dice Álvarez Junco. 22-12-2013.

Josep Fontana pronunció la lección inaugural del Simposio (cuyo título -España contra Cataluña- le pareció desafortunado) en la que dijo que la relación entre España y Cataluña ha pasado por altibajos (momentos de conflicto y momentos de encuentro como el de la 2ª República), y calificó el momento actual como de recentralización poniendo como ejemplos la reforma educativa de Wert y la Sentencia del Tribunal Constitucional de 2010. En la conferencia explica la incomunicación que ha dominado la relación de Cataluña con los poderes del Estado, fruto de los distintos niveles de desarrollo económico y social alcanzados desde el siglo XVIII y de los intentos de asimilación de Cataluña a la cultura castellana ignorando, cuando no persiguiendo, su lengua y su cultura. Pese a ello la conciencia de su identidad colectiva ha permanecido a lo largo del tiempo, muchas veces oculta, pero resurgiendo con el catalanismo político de finales del siglo XIX y resistiendo durante la dictadura franquista. Al final de su lección Fontana se suma en unas pocas líneas a los postulados nacionalistas de última hora al decir que el pacto de 1978 ha caducado pues ha predominado una interpretación recentralizadora de la Constitución y las leyes. El historiador no habla en su intervención de las amplias competencias que detenta hoy Cataluña, de la generalización del uso de la lengua catalana, de las ventajas que ha obtenido del Estado tanto en la época del proteccionismo como en la actual etapa democrática como consecuencia de su implicación en la gobernabilidad en la etapa de Pujol. Y tampoco menciona la deriva secesionista del nacionalismo moderado a partir de 2010, que es precisamente la que ha roto el pacto del 78. Ver en este enlace el texto completo de la lección inaugural de Fontana.

Francesc Arroyo comenta las ponencias presentadas el 13 de diciembre, en las que se habló de la represión de la lengua y la cultura catalanas calificándola de genocidio cultural. Cabe preguntarse: ¿refleja esta afirmación la situación de Cataluña en los últimos 40 años de democracia y autogobierno?

En el artículo «Del terrorismo militar a la primavera catalana»  se comentan las distintas intervenciones que ha habido en el Simposio. 13-12-2013.

Julián Casanova escribe «Seis consideraciones sobre historia, conmemoraciones y política», 11-12-2013. Las conmemoraciones históricas pagadas por las instituciones políticas  -sea el bicentenario de la Constitución de 1812, la Cataluña de 1714 o la guerra civil española- suelen ser buenas pruebas de cómo puede utilizarse el pasado para justificar el presente, dice el historiador. No hay un hilo conductor que una aquel pasado de 1714 con el presente, como si la historia de España de los siglos XVIII,  XIX y XX hubiera sido una lucha continua de España contra Cataluña y del “pueblo” catalán contra España para mantener sus libertades. La historia proporciona abundantes ejemplos de lo contrario.

Joaquim Albareda y Borja de Riquer escriben el artículo «Sobre historiadores nacionalistas», en el que critican como una visión histórica sesgada que se identifique la etapa borbónica (siglo XVIII) como de modernización de Cataluña sin tener en cuenta la represión brutal que Felipe V ejerció contra ellos y sus instituciones. 22-11-2013.

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