Ucrania se defiende de la agresión rusa

este y sur de ucrania
el  mapa de Ucrania

Europa es la esperanza para Ucrania, dice Vargas Llosa en el artículo que insertamos en este enlace, cuando prosigue la ocupación rusa de las provincias del Este de Ucrania y el éxodo de cientos de miles de ciudadanos hacia la zona occidental. Una ocupación que ha costado a Rusia importantes sanciones económicas de Occidente que, junto a la caída del precio del petróleo, han empeorado  su situación económica (devaluación de la moneda, menores ingresos por las exportaciones de petróleo, inflación, etc.).  Putin dice que la crisis se superará en dos años, pero el incremento de precios provocará una caída del consumo interno. 19-12-2014.

Las provincias del Este de Ucrania boicotearán las elecciones del 25 de mayo, mientras siguen los enfrentamientos armados.  Tras el referéndum las provincias del Este han proclamado su independencia y pedido su ingreso en Rusia (12-5-14). El referéndum celebrado el domingo 11-5-2014 en Donetsk y Lugansk, ilegal y sin garantías según la comunidad internacional, ha arrojado una mayoría aplastante a favor de la independencia.  Los separatistas prorrusos han iniciado un proceso hacia la independencia de Ucrania similar al de Crimea, que supondría de hecho la división del país y su debilitamiento dada la importancia de ambas provincias, pertenecientes a la región minera e industrial de Donbás, que aporta el 20 % del PIB y el 15 % de la población de Ucrania.  El país, cuyo Gobierno no ha podido evitar la consulta, se prepara ahora para celebrar las elecciones del 25 de mayo, que Putin ha apoyado en sus últimas declaraciones y que dotaría de legitimidad democrática al gobierno de Kiev.  No hay constancia de la retirada de las tropas de Rusia de la frontera con Ucrania.  Rusia tampoco ha contestado aún a la petición de integración de las provincias separatistas, cuyos líderes han declarado que no celebrarán las elecciones del 25 de mayo.  Las instituciones europeas incrementan poco a poco su presión sobre Rusia con la ampliación de las sanciones a dirigentes rusos y empresas de Crimea, mientras Rusia no oculta su intención de que se consume pacíficamente la separación de estas provincias. 

A continuación recogemos (ordenados de más recientes a menos) los acontecimientos que se han ido sucediendo en la crisis de Ucrania.

Putin anuncia que retira su Ejército de la frontera con Ucrania y pide el cese de los enfrentamientos armados y la apertura de un proceso de diálogo entre los gobernantes de Kiev y los sublevados para garantizar los derechos lingüísticos y de autogobierno de las regiones del sudeste. Acepta los comicios presidenciales de Ucrania convocados para el 25 de mayo y pide a los rebeldes que pospongan el referéndum de autodeterminación convocado en Donetsk para el 11 de mayo (7-5-14).   Por su parte, los rebeldes dicen que seguirán adelante con el referéndum, mientras Kiev manifiesta que continuará su ofensiva cualquiera que sea el resultado de esa consulta (8-4-14).

Con este cambio de posición, cuya credibilidad cuestiona Kiev, Putin intenta corregir el curso que los acontecimientos habían tomado en las últimas semanas tras el incumplimiento por los sublevados de los acuerdos de Ginebra del 17 de abril, hechos que hemos venido siguiendo en estas líneas.

Más información del anuncio de Putin en este enlace.

En mayo de 2014 el Gobierno de Kiev, con la participación del Ejército, ha pasado a la ofensiva para quitar la iniciativa a los sublevados prorrusos y recuperar las posiciones tomadas por estos.  Los muertos a consecuencia de estos enfrentamientos armados van en aumento.

Los inspectores de la OSCE han sido liberados el sábado 3-5-2014 mientras que los enfrentamientos se extienden a Odesa, al sur del país, donde han muerto 36 manifestantes prorrusos que se habían refugiado en un edificio oficial, que ha sido incendiado por partidarios del Gobierno de Kiev.

Ante la ofensiva del Ejército ucraniano en Kramatorsk Rusia dice que la vía diplomática de solución del conflicto está cerrada y amenaza a Europa con un corte del suministro de gas que le llega a través de Ucrania.

Al mismo tiempo EE.UU. y Europa estudian nuevas sanciones económicas y comerciales que afectarían a sectores importantes de la economía de Rusia, como la energía, las finanzas y la minería.  Por su parte, Obama pide a Europa una postura más decidida en este conflicto y que dedique más esfuerzos a fortalecer su defensa y reducir su dependencia energética de Rusia, mayor en el caso de Alemania (3-5-14).

El paso de los días se traduce de hecho en una extensión paulatina de la rebelión contra el Gobierno de Kiev en el este y el sur de Ucrania. La retención de 7 inspectores militares de la OSCE, el atentado sufrido por el alcalde de Járkov, que fue tiroteado, y las refriegas habidas en esta ciudad del este (la segunda del país) entre partidarios de ambos bandos, de las que resultaron varios heridos, muestran que la tensión en Ucrania, lejos de apaciguarse, va en aumento. A los hechos anteriores se suma la ocupación de la Administración Provincial de Lugansk por parte de activistas prorrusos (29-4-14).

El acuerdo alcanzado en la reunión del jueves 17 de abril en Ginebra entre Rusia, Ucrania, la U.E. y Estados Unidos, que parecía una oportunidad para encauzar políticamente el conflicto y evitar una guerra, ha quedado en papel mojado una semana después (24-4-14). En dicha reunión se acordó impulsar una reforma federal de la Constitución que diera más poder a las regiones del este y del sur, y que los sublevados abandonaran las instalaciones ocupadas y las armas, comprometiéndose el gobierno a no adoptar represalias contra ellos.  El cumplimiento de estos acuerdos podría detener la espiral de enfrentamientos de las últimas semanas, aunque era grande la desconfianza de Occidente hacia Putin.

Los sublevados, tras el acuerdo, se han negado a desarmarse y a abandonar las instalaciones ocupadas, con lo que mantienen el desafío al gobierno de Kiev, al que consideran instalado en el poder mediante un golpe de Estado y, por tanto, ilegítimo.  Le acusan también de tener en su seno a sectores de una ultraderecha antirrusa que supondría un peligro para la población rusa de Ucrania.  

Se producen nuevos enfrentamientos con víctimas y Rusia declara que defenderá a los sublevados si son atacados por Kiev.  A finales de abril de 2014 los enfrentamientos se concentran en Slaviansk, al norte de Donetsk (este de Ucrania), y en Mariupol (al sur de Ucrania).  El Ejército de Ucrania ha emprendido acciones para recuperar las instalaciones ocupadas por los sublevados, en tanto que Rusia lleva a cabo maniobras militares en la frontera con Ucrania para disuadir a Kiev de tales acciones.  Occidente acuerda nuevas sanciones contra Rusia a la que acusa de incumplir los acuerdos de Ginebra.

Es decir, se ha vuelto a la situación anterior al acuerdo de 17 de abril, que no se ha aplicado.  Además los separatistas mantienen la convocatoria de un referéndum de autodeterminación en Donetsk para el 11 de mayo, buscando seguir una vía similar a la que ha dado lugar a la separación de Crimea y, hace unos años, a la de Osetia y Abjazia en Georgia. Donetsk, en la que los sublevados han autoproclamado una «República Popular de Donetsk», sería la primera provincia después de Crimea que abriría paso a otros referendos en otras provincias del este y sur del país, provocando la desintegración de Ucrania y la separación de las zonas en que el ruso es la lengua mayoritaria, que luego podrían unirse o establecer lazos más estrechos con Rusia.  Este es el proyecto de los sublevados, apoyado de hecho por Rusia a pesar de los acuerdos de Ginebra.

La presencia de fuerzas del Ejército ruso en las fronteras de Ucrania animó a activistas prorrusos del este del país a plantear por la fuerza nuevas demandas de secesión tras el caso de Crimea. La intervención militar de Kiev para atajar estos focos de sublevación puede ser la excusa que Rusia necesita para intervenir en Ucrania y desestabilizar el país, alegando una supuesta guerra civil o una situación de represión sobre la población prorrusa. De ahí la prudencia y también la debilidad que viene demostrando el gobierno de Kiev, que ha solicitado la presencia de fuerzas de Naciones Unidas en la zona. Por otro lado, desde el punto de vista político Rusia exige una estructura federal para Ucrania que le permitiría mantener su influencia sobre los futuros estados del este y del sur, zonas con una mayoritaria población prorrusa (ver mapa). Su objetivo, en el seno de una estrategia expansionista, es impedir que Ucrania entre en la órbita de la Unión Europea y de Occidente. Europa demuestra sus debilidades en materia energética y de defensa, cuestiones que se propone abordar en el próximo futuro. La OTAN incrementa su presencia disuasoria cerca de Ucrania (16-4-14), en tanto prosiguen las amenazas de nuevas sanciones contra Rusia. 

14-4-14: Tras la secesión de Crimea el conflicto entre prorrusos y el gobierno de Kiev se extiende a otras zonas del este de Ucrania. Así en varias ciudades de la región de Donetsk activistas prorrusos han asaltado edificios e instalaciones oficiales y se han producido enfrentamientos violentos con las fuerzas del gobierno, con el saldo de algunos muertos.  Ante las sanciones impuestas por Occidente, Putin ha amenazado con cortar el suministro del gas que atraviesa Ucrania.

Naciones Unidas niega validez a la secesión unilateral de Crimea y defiende la integridad territorial de Ucrania.

Ver la Resolución más abajo.

La intervención de Rusia en Crimea (Ucrania) a primeros de marzo de 2014 colocó a este país al borde de la guerra y la división. Se ha evitado la guerra, pero la escisión de Crimea se ha consumado por la vía de hecho.

Evolución del conflicto:

– Tras el referéndum del 16-3-2014, en el que un 96,77 % de los votantes se pronunciaron a favor de unirse a Rusia, ésta y Crimea firman los tratados por los que la República de Crimea y la ciudad de Sebastopol se convierten en entidades de la Federación Rusa. La Unión Europea y EE.UU. aprueban las primeras sanciones contra Rusia, a las que se suman Japón y Canadá.  Putin critica que Occidente use otra vara de medir en este caso cuando en su día reconoció a Kosovo, que también declaró unilateralmente su independencia de Serbia. Ucrania, por su parte, refuerza militarmente las zonas del Este del país temiendo que Rusia intente extenderse a nuevos territorios.  Las fuerzas militares de Ucrania en Crimea ceden sus posiciones a las de Rusia.  Europa firma con Ucrania el acuerdo de asociación que estaba en el origen del conflicto.

Origen del conflicto: 

Las movilizaciones populares se han sucedido durante los últimos meses en Ucrania en contra de la decisión del Presidente Yanukóvich de no cerrar un acuerdo de asociación y libre comercio con la Unión Europea y mantener la relación preferente con Rusia.  A cambio de no firmar el acuerdo con la Unión Europea, Rusia mantendría un precio especial en el gas y asistencia financiera al país.

La creciente oposición al Presidente Yanukóvich por parte de una población partidaria del acercamiento a Europa (la ubicada mayoritariamente en la zona Oeste de Ucrania) convirtió la plaza del Maidán en Kiev en un verdadero campo de batalla con un saldo de más de 75 muertos y centenares de heridos a mediados de febrero pasado.  

Como salida a la situación se firmó un acuerdo (el 21-2-14) entre el Gobierno y la oposición para acabar con la violencia, adelantar la celebración de elecciones en 2014, establecer un gobierno de transición y reformar la Constitución para recortar los poderes presidenciales.  A la firma asistieron como testigos los ministros de Exteriores de tres países europeos.  Poco después el Parlamento aprobó la restauración de la Constitución de 2004, anterior a la actual de 2010.  

La calle no aceptó el acuerdo alcanzado con Yanukóvich y exigió la inmediata dimisión del Presidente.  Ante la decisión de las fuerzas armadas de no enfrentarse a las movilizaciones populares el Presidente Yanukóvich temiendo por su vida huyó del país y se refugió en Rusia.

Reunido el Parlamento acuerda el nombramiento de un nuevo Gobierno.

Yanukóvich manifiesta que sigue siendo el Presidente y que se ha producido un golpe de Estado, argumento también defendido por Putin.  Fuerzas uniformadas rusas y prorrusas sin identificación toman posiciones en Crimea donde Rusia tiene importantes bases militares en el Mar Negro y donde la mayoría de la población es partidaria de la relación preferente con Rusia. 

Rusia no reconoce la legitimidad del nuevo Gobierno de Ucrania y alega que se han incumplido los acuerdos firmados en febrero.  En Crimea, donde la mayoría tampoco acepta el Gobierno formado en Kiev, se exacerban los sentimientos separatistas.  La mayoría rusa de Crimea aplaude la intervención rusa al considerar que les protege de los nacionalistas antirrusos que se han instalado en el Gobierno de Kiev.

La situación es de máxima tensión, con las fuerzas leales al Gobierno de Ucrania manteniendo sus posiciones y las fuerzas prorrusas ocupando o bloqueando instalaciones militares ucranianas en Crimea.

EE.UU. y la Unión Europea estudian y ponen en marcha sanciones económicas y políticas a Rusia por su intervención en Ucrania.

La prioridad es evitar una guerra a las puertas de Europa, mantener la integridad territorial de Ucrania (objetivo inalcanzable veinte días después de comenzar el conflicto) y estabilizar por la vía diplomática la situación del país, en una zona que tanto Rusia como los países occidentales (Europa y EE.UU) consideran estratégica desde un punto de vista geopolítico.  Ucrania se encuentra al borde de la bancarrota económica y de la división, y necesita ayuda financiera externa.   Europa y EE.UU. han aprobado sendos paquetes de ayudas.

Rusia actúa como gran potencia que no renuncia a su papel hegemónico en la zona, tras la reducción de su espacio de influencia, que se ha venido produciendo desde la desintegración de la URSS.  Para mantener esa posición, además de la temprana e ilegal intervención militar en otro país, más propia de la Guerra Fría que del contexto internacional actual, ha puesto en marcha medidas que agravan la situación económica de Ucrania y alienta las tendencias separatistas en Crimea.  El objetivo de Rusia puede ser recuperar Crimea, revirtiendo la cesión que hizo Kruschov en 1954, a través de un proceso de secesión de Crimea, o a través del autogobierno de esta región e incluso de la zona oriental de Ucrania (vía autodeterminación), debilitando o desestabilizando una Ucrania con proeuropeos en el Gobierno de Kiev. De esta manera Rusia se aseguraría en la mayor medida posible su posición hegemónica y sus intereses en la zona. 

El distanciamiento entre la parte occidental (proeuropea) y la sur-oriental (prorrusa) del país, junto con la intervención de Rusia, dificultan una salida pacífica y negociada al conflicto, en la que el mayor protagonismo debe corresponder a los propios ucranianos, pero en la que será también inevitable la participación de los países democráticos occidentales. Pero Rusia, con una rápida política de hechos consumados, está decidida a anexionarse Crimea con el apoyo de los ciudadanos de esta región.    

Crimea, alentada por Rusia, vota el domingo 16 de marzo de 2014 a favor de unirse a Rusia y separarse de Ucrania. Los hechos consumados de Putin deterioran su credibilidad como actor global y recuerdan la época de la Guerra Fría, en la que la desconfianza entre bloques era la tónica de la escena internacional. 

  

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