El primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, revalida el mandato tras ganar la repetición de las elecciones en Grecia y lograr la mayoría absoluta, alcanzando los 158 escaños, gracias a los escaños adicionales (hasta 50) que el sistema electoral otorga a la fuerza ganadora, en un parlamento de 300 diputados. El partido Nueva Democracia (ND) del actual primer ministro Kyriakos Mitsotakis lidera con un 40,56%, frente al 17,83% del partido Syriza, de Alexis Tsipras. La participación ha sido del 52,78 por ciento del censo. 26-6-2023.
¿Cuáles son las claves de la victoria de Mitsotakis?: “Estabilidad y crecimiento económico”. Y también la política exterior, ser “estricto contra la inmigración ilegal” y «cumplir sus promesas». “Con Syriza había campos de refugiados con 20.000 migrantes en algunas islas pequeñas” y Mitsotakis ha “solucionado el problema”, informa El País. La economía helena creció el 8,4% en 2021 y un 5,9% en 2022, muy por encima de la media de la Unión Europea. La deuda pública descendió 35 puntos respecto al producto interior bruto en dos años; durante la pandemia estuvo en el 206% y actualmente supone el 171% del PIB, según la agencia Efe.
Muy por detrás se sitúa la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA, 17,83% y 48 escaños), mientras que el histórico Partido Socialista Panhelénico (PASOK, 11,86%, 32 asientos) se queda en tercer lugar. El Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), partido que gobernó Grecia durante casi tres décadas y que fue superado por Syriza en 2015, en los últimos años se ha visto relegado a un segundo plano y no ha conseguido superar a Syriza. El PASOK, durante las décadas de los ochenta y los noventa, estuvo asociado por los griegos con el estado de bienestar e importantes logros sociales. Pero la corrupción y los escándalos de los primeros años del siglo XXI le pasaron factura e hicieron que el partido sufriera una caída devastadora hasta convertirse en sinónimo de declive político en Grecia. El apoyo a los socialdemócratas cayó del 43,9% que habían obtenido en 2009, al 12,3% en 2012, y al 4,7% en 2015, debido a la crisis y a las medidas económicas impopulares que tuvo que adoptar. Ahora (2023), tras una década, recupera (casi) los apoyos que tenía en 2012.
Más atrás quedan el Partido Comunista de Grecia (KKE, 7,68% y 20 sitios), la formación ultraderechista Espartanos (4,68% y 13 puestos), el partido ultraconservador Solución Griega (4,45% y 12 plazas), el fundamentalista cristiano Victoria (Niké, 3,70 y 10 diputados) y la formación de izquierda Rumbo a la Libertad (3,17% y 8 escaños). Tres grupos de extrema derecha entran en el parlamento griego mientras se queda fuera del mismo el Frente Europeo de Desobediencia Realista (MeRA25, 2,43 %) del exministro de Finanzas Yanis Varoufakis. Este dijo el 22 de mayo pasado que «Tenemos el deber sagrado de poner freno a la Orban-ización del país«. «El pueblo ha hablado. Nosotros en MeRA25 – Coalición por la Ruptura, hemos luchado como debíamos hacerlo, por la juventud, la mayoría de la gente, los ideales del humanismo y de la racionalidad. Esta noche la Erdogan-ización y Orban-ización del país es absoluta». Y ha criticado a Syriza por «no aceptar durante los dos últimos años nuestra propuesta de convergencia preelectoral sobre un frente común a favor de la ruptura». Varoufakis impulsa el movimiento DiEM25 (Democracy in Europe, Movement 2025), que propugna la Desobediencia Constructiva con el objetivo de colocar al pueblo, frente a la oligarquía, en el centro de la democracia en todas partes. «Debemos hacerlo en cada barrio, lugar de trabajo, ciudad, y región». «La izquierda no hemos logrado convertir una resistencia de diez años en un frente progresista y no hemos conseguido evitar que la ira se transforme en una corriente de ultraderecha». 22-5-23.
La gran sorpresa de la jornada ha sido la incorporación al Parlamento de dos partidos de extrema derecha y la consolidación de uno que ya había conseguido ingresar en la Cámara en 2019. Son los ultranacionalistas de Solución Griega —que han superado en un punto sus resultados de 2019—, los fundamentalistas cristianos de Niki, y los neonazis de Espartanos (formación impulsada desde la cárcel por el líder de Amanecer Dorado). El total de voto ultra se ha ido hasta el 13% y la suma de los tres les da 34 diputados.
Syriza perdió las elecciones de 2019 (ganadas por el partido conservador Nueva Democracia), después de haber gobernado desde 2015 con Alexis Tsipras al frente. El resultado de las urnas hace un mes (primera vuelta de mayo de 2023) también estuvo marcado por dos factores: la estrepitosa caída de Syriza, el partido de izquierda equivalente a Podemos, y la recuperación del Pasok. El partido socialista griego no solo ha aumentado un 40% su porcentaje de votos desde las elecciones de 2019, sino que se acerca a Syriza y se perfila como candidato a recuperar su posición como segunda fuerza política. Una dinámica que amenaza con devolver a Grecia al mismo bipartidismo que había sido, supuestamente, condenado a muerte tras la crisis de la deuda soberana, según El Confidencial. 26-5-23.
Tsipras ha reconocido que los resultados obtenidos en estas elecciones son “realmente negativos”. 25-6-2023.
Syriza surgió en medio de la fuerte crisis económica que sacudió a Europa en 2010. Impulsado por los votantes indignados con la precariedad y la austeridad, superó al Pasok y partió en pedazos el tradicional bipartidismo hasta entonces presente en Grecia, coronándose como la fuerza política más importante de la izquierda griega y llegando al frente del Gobierno en dos ocasiones.
En España, el partido de Tsipras fue la inspiración de Podemos. La formación de Pablo Iglesias, que también surgió en 2014 a consecuencia de las protestas contra la austeridad, quiso emular a sus compañeros griegos y trasladar a España el «efecto Syriza». Iglesias aplaudió la victoria del partido helénico en las elecciones en enero de 2015 aunque, al contrario de lo que sucedió en Grecia, nunca fue capaz de desbancar al PSOE.
Tsipras llegó al gobierno en 2015 rodeado de esperanza. La izquierda radical europea veía al primer ministro griego como el único capaz de hacer historia y plantarle cara a la troika. La mayoría de sus conciudadanos, ahogados por la crisis económica, también lo consideraron como única esperanza ante una asfixiante austeridad. Pero el líder griego, que había prometido terminar con la humillación a la que se había sometido su país, acabó firmando el tercer rescate a Grecia de la Unión Europea con un paquete de medidas aún más duras, que incluían recortes salariales, subidas de impuestos, y reformas de las pensiones, los sistemas de sanidad y la educación. Una traición que muchos griegos a día de hoy siguen sin perdonarle.
Cuando perdió las elecciones de 2019 Syriza no se desvaneció, sobreviviendo a la derrota y manteniéndose Tsipras como líder de la oposición. Mitsotakis venció en 2019 con el 39,85% de los votos (158 escaños), frente al 31,53% de Syriza (86 escaños). Pero a pesar de que los años han tratado mejor a esta fuerza política que a las demás formaciones que surgieron al calor de la crisis económica, al partido que inspiró a Podemos se le ven las grietas.
En estos comicios la distancia entre ambas formaciones (Nueva Democracia y Syriza) se ha ensanchado hasta los 23 puntos, algo sin precedentes. Syriza ha cosechado sus peores resultados desde 2012, recoge El País. Tsipras aplicó las exigencias impuestas por la troika… y Mitsotakis viene recogiendo los frutos desde 2019. 26-6-2023.