La Asociación Derecho y Democracia ha concedido el XXXII Premio Plácido Fernández Viagas 2016 a Eduardo Saborido Galán, líder sindical procesado por el franquismo en el Proceso 1001.
Imagen de Saborido con el Premio y con Plácido Fernández-Viagas
Con ello se ha querido reconocer también a toda una generación que se enfrentó al franquismo, luchó por las libertades, entre ellas la libertad sindical, asumiendo riesgos elevados en muchos casos, y que fue decisiva en la Transición y para la instauración de la democracia en nuestro país.
La entrega del Premio ha tenido lugar el martes 28 de junio de 2016, a las 20 h., en el Palacio mudéjar de los Marqueses de la Algaba, situado a la espalda del Mercado de la calle Feria de Sevilla.
Puedes ver una reseña del acto en este enlace. Y algunas imágenes del acto más abajo.
Eduardo Saborido Galán:
También puedes ver a continuación más información sobre el premiado y sobre el Proceso 1001.
En Información complementaria (abajo) encontrarás algunos trabajos sobre el Tribunal de Orden Público, cómo se hizo eco la prensa del Proceso 1001 y una página de un periódico sindical clandestino sobre este juicio.
El sindicalista Eduardo Saborido Galán nace en Sevilla el 5 de febrero de 1940. Desde muy joven participa en actividades sindicales en la empresa donde trabaja, Hispano Aviación, destacando más tarde como líder del sindicato del Metal. Como consecuencia de esta actividad fue detenido en varias ocasiones y procesado tres veces. En 1969 cumplió destierro en Jaén y, luego, la condena de los anteriores procesos. Fue uno de los fundadores del sindicato Comisiones Obreras y en esta etapa consolida el sindicato en Sevilla junto con Fernando Soto Martín y Francisco Acosta Orge. Este trabajo lo realizó en la clandestinidad, a la que pasó por una condena de seis años y un día al haber sido juzgado en rebeldía. El nombre que utilizó fue el de «Jesús Sánchez».
En junio de 1972 fue nuevamente detenido junto con toda la dirección nacional de CC.OO., lo que daría lugar al Proceso 1001, siendo condenado a 20 años y un día, y seis meses y un día por otro lado. En 1975, tras la coronación del Rey, es amnistiado.
Ha sido miembro del comité ejecutivo de CC.OO., secretario general de Andalucía, miembro del comité central del PCE y del ejecutivo de este partido. En 1979 fue elegido para el Congreso de los Diputados, aunque lo abandonó en septiembre del mismo año. Ha sido parlamentario de Andalucía y pertenece a Izquierda Unida.
Foto de los líderes sindicales procesados en el Proceso 1001.
Eduardo Saborido aparece en primer lugar, a la izquierda, en la fila superior, junto a Marcelino Camacho.
También están los sindicalistas sevillanos Fernando Soto y Francisco Acosta, además de Nicolás Sartorius, abogado laboralista en aquellos tiempos y luego diputado en el Congreso.
El Proceso 1001:
El histórico Proceso 1001 (1001/1972) del Tribunal de Orden Público tuvo lugar en los últimos años del franquismo, en 1973. Se saldó con fuertes condenas a prisión de toda la dirección del sindicato Comisiones Obreras.
El 24 de junio de 1972, la dirección de Comisiones Obreras, sindicato ilegal de nuevo cuño surgido a principios de los años 60, y la principal fuerza organizada en el ámbito laboral durante la dictadura, fue detenida en el convento de los Oblatos de Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde se encontraba reunida.
Los dirigentes permanecieron encarcelados hasta la celebración del juicio, más de un año después. Este tuvo finalmente lugar los días 20, 21 y 22 de diciembre de 1973.
El 20 de diciembre de 1973 muchos antifranquistas y abogados nos concentrábamos a las puertas de las Audiencias Provinciales en muchos puntos del país (también en Sevilla, a las puertas del Palacio de Justicia, en el Prado de San Sebastián) exigiendo la liberación de los líderes sindicales detenidos y procesados por asociación ilícita, por el simple hecho de dirigir un sindicato de trabajadores, que el franquismo no reconocía. Cuando nos encontrábamos en esa concentración nos llegó la noticia del asesinato del Presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco, a manos de un comando de ETA, que hizo saltar su coche por los aires con una bomba situada debajo de la calle por la que habría de pasar su vehículo. El coche acabó en la azotea del edificio y el atentado conmocionó y fue un durísimo golpe para la dictadura, que había preparado su continuidad en la figura de Carrero Blanco, una vez desapareciera Franco. La policía, que vigilaba las inmediaciones del Palacio de Justicia, nos indicó de forma expeditiva que teníamos que dispersarnos de inmediato, ante la gravedad de los hechos ocurridos en Madrid.
Es decir, el 20 de diciembre de 1973 coincidieron el inicio del Proceso 1001 y el asesinato del Presidente del Gobierno, Carrero Blanco. Es, pues, una fecha inolvidable para los que la vivimos en esas circunstancias y para la Historia.
El juicio continuó el 21 y el 22 de diciembre de 1973. El día 30 de diciembre se anunciaron las condenas, que coincidieron con las peticiones del fiscal y cuya severidad se considera relacionada con el asesinato de Carrero Blanco y con la proximidad de los sindicalistas al Partido Comunista de España. Los diez miembros de la dirección de Comisiones Obreras, que serían conocidos como los diez de Carabanchel, fueron condenados a prisión. Las penas fueron las siguientes: Marcelino Camacho, 20 años de cárcel; Nicolás Sartorius, 19; Miguel Ángel Zamora Antón, 12; Pedro Santiesteban, 12; Eduardo Saborido, 20; Francisco García Salve (sacerdote obrero), 19; Luis Fernández, 12; Francisco Acosta, 12; Juan Muñiz Zapico Juanín, 18; y Fernando Soto Martín, 17.
Un año después, el Tribunal Supremo revisó las penas, rebajándolas considerablemente: Marcelino Camacho a 6; Nicolás Sartorius a 5; Miguel Ángel Zamora Antón a 2; Pedro Santiesteban a 2; Eduardo Saborido a 5; Francisco García Salve a 5; Luis Fernández a 2; Francisco Acosta a 2; Juan Muñiz Zapico a 4 y Fernando Soto Martín a 4 años de cárcel.
Poco después de la muerte del dictador, los encarcelados por el Proceso 1001 fueron indultados por el Rey Juan Carlos I el 25 de noviembre de 1975.
Habían permanecido detenidos y encarcelados por este proceso tres años y medio por defender y ejercer la libertad y la acción sindical, uno de los derechos fundamentales recogidos en la Constitución de 1978. Algunos de ellos estuvieron encarcelados muchos años más. Saborido lo estuvo seis años.
CC.OO. se hace eco del acto de entrega del Premio